Hacer un glaseado de limón para un bizcocho hace que este postre ascienda a un nivel superior y que alcance una apariencia y textura deliciosa, propia de las reposterías más prestigiosas. Pero, hacer un glaseado de bizcocho perfecto tiene sus trucos, ya que es importantísimo que esta cobertura no quede demasiado líquida, sino que debe tener la consistencia suficiente para que nuestros dientes puedan romperla en un mordisco. ¿Apetecible, verdad?
Si quieres cubrir tus bizcochos con un fantástico glaseado de limón, a continuación te enseñamos cómo hacer un glaseado de limón fácil para que puedas coronar tus bizcochos, magdalenas, donuts y cualquier otro tipo de bollo esponjoso. ¡No te podrás resistir!
Glaseado de limón para bizcocho
El glaseado de limón es una cobertura perfecta para poner por encima de cualquier bizcocho o bollito esponjoso. Y es que esta capa azucarada con sabor cítrico aporta a los bizcochos un toque crujiente y dulce que los hará todavía más irresistibles.
Para hacer esta deliciosa cobertura de limón, necesitarás contar con los siguientes ingredientes en tu despensa:
- 200 g de azúcar glass.
- 50 ml de zumo de limón colado y sin pulpa.
¡Ya ves que tan sólo necesitas dos ingredientes para elaborar este glaseado de limón para bizcocho! No obstante, en caso de que no tengas azúcar glass en tu cocina ¡que no cunda el pánico! Este problema tiene muy fácil solución, ya que puedes hacer azúcar glass casera triturando con una batidora eléctrica azúcar blanco normal. Para ello, simplemente tendrás que introducir el azúcar en el vaso de la batidora y triturar a potencia máxima hasta que nuestro azúcar se haya transformado en polvo. ¡Tardarás tan sólo unos pocos minutos en tenerlo listo!
Cómo hacer un glaseado de limón perfecto
Para hacer un glaseado de limón perfecto simplemente deberás seguir paso a paso las indicaciones que te contamos en esta receta. Como verás a continuación; se trata de un proceso muy sencillo y fácil de elaborar, que te llevará tan sólo un par de minutos. ¿Ya tienes ganas de empezar?
- Exprime los limones para obtener zumo de limón y cuela el resultado para eliminar la pulpa, ya que buscamos que el jugo esté colado para que no contenga impurezas.
- A continuación, coge un bol y añade en él el azúcar glass junto con el zumo de limón.
- Con ayuda de un tenedor o unas varillas, mezcla bien ambos ingredientes hasta obtener una crema de textura melosa o acaramelada. Para que la cobertura de limón se solidifique por encima del bizcocho es muy importante que la textura de este glaseado de limón sea espesa y no del todo líquida. Por ello, en caso de que quieras que la cobertura te quede más compacta, puedes añadirle una cucharadita más de azúcar glass a la mezcla. Si por el contrario quieres aligerar el glaseado, podrás añadir un poco más de zumo de limón. En cualquier caso, continúa mezclando hasta que todos los ingredientes se hayan integrado por completo y hayas obtenido una crema un poco espesa.
- Puedes aromatizar el glaseado añadiendo una pizca de ralladura de limón.
- ¡Listo! Ahora reserva el glaseado hasta que llegue el momento de cubrir el bizcocho.
¡Ya tenemos listo nuestro glaseado para el bizcocho! ¿Te ha parecido sencillo, verdad?
Trucos para bañar un bizcocho con glaseado
Para que tu cobertura de limón quede intacta sobre tu bizcocho y puedas presumir de haber elaborado un bizcocho de revista. No debes pasar por alto las siguientes recomendaciones:
- Baña el bizcocho cuando esté frío
Un error bastante común a la hora de cubrir el bizcocho con el glaseado es hacerlo cuando se encuentra todavía caliente. El calor del bizcocho fundirá el glaseado y lo absorberá, por lo que la cobertura terminará desapareciendo. Por ello, si quieres que tu cobertura de limón se mantenga firme sobre el bizcocho, deberás esperar a que tu bizcocho recién hecho se enfríe por completo antes de bañarlo con el glaseado.
- Reparte el glaseado de manera uniforme
Vigila las cantidades para que el glaseado se aprecie de manera uniforme por toda la superficie del bizcocho. Puedes comenzar echándolo por la mitad para que luego vaya cayendo por los extremos. Este toque le aportará al bizcocho un aspecto mucho más irresistible.
Una vez el glaseado se haya repartido, puedes esparcir también una pizca de ralladura de limón o semillas de amapola para decorar. También puedes cortar unas rodajas finas de limón y ponerlas por encima del glaseado para darle un aspecto más original y suculento.
Como has podido comprobar, el glaseado de limón para bizcochos supone un toque cítrico diferente para cubrir cualquier tipo de bollo esponjoso. ¿A qué esperas para poner en práctica esta técnica en tu próxima receta? Seguro que dejará a más de uno babeando con este descubrimiento repostero.
Ahora solo te queda hincar el diente a este postre tan delicioso. ¡Buen provecho!