¿Quieres conocer cómo se limpian las alcachofas? Seguro que más de una vez cuando has querido hacer recetas con alcachofas, has decidido comprar corazones en conserva en lugar de alcachofas frescas para librarte de pelarlas y limpiarlas más tarde. ¿Verdad?
Si el paso de limpieza y pelado de las alcachofas te resulta tedioso, a continuación te contamos cómo limpiar y pelar alcachofas fácilmente y en pocos minutos. Ya verás que a partir de hoy aumentarán tus ganas de utilizar alcachofas frescas para tus platos. Te enseñamos todos los pasos para que descubras cómo se pelan y limpian las alcachofas en un abrir y cerrar de ojos.
¡No te lo pierdas!
Alcachofas: ¿Cómo limpiarlas correctamente?
Por si no lo sabías, las alcachofas son uno de los alimentos con más propiedades depurativas para nuestro organismo. Por ello, deben estar presentes en nuestro menú semanal gracias a sus efectos dieuréticos (sus mayores componentes son el agua y la fibra) y su gran contenido en minerales y vitaminas. ¿Cada cuánto comes alcachofas?
Para nosotros, comer alcachofas es todo un placer y en casa no lo vemos como una obligación, pues nos encanta su sabor y el toque que la da a platos tan ricos como la paella, las ensaladas, algunos guisos de carne, tortillas… No obstante, la alcachofa también funciona a la perfección como ingrediente principal de muchos platos porque tiene un sabor potente y muy reconocible. Prueba de ello está en su gran versatilidad en la cocina; pueden hacerse rellenas, en cremas y sopas, salteadas con jamón, al horno con un chorrito de oliva virgen extra… Ya se nos hace la boca agua con tan solo pensar en todas estas combinaciones. ¿Y a ti?
¿Cómo blanquear alcachofas?
Una de las cosas que más pregunta la gente a la hora de cocinar este ingrediente es cómo limpiar alcachofas para que no se pongan negras. Y es que las alcachofas se suelen oxidar a los pocos minutos de limpiarse. Por eso, hay que tener un plan preparado para evitar que se ennegrezcan.
Nosotros, antes de comenzar a limpiar y pelar las alcachofas preparamos un bol con agua fría y unos 6-8 hielos, al que añadiremos el zumo de medio limón. En este bol introduciremos nuestras alcachofas limpias para frenar su oxidación. Fácil, ¿verdad? Si prefieres no utilizar limón, puedes recurrir al perejil: sustituye el limón por un manojo de perejil fresco en el bol de agua y no notarás el cambio.
Pero antes de este paso, debemos conocer cómo limpiar las alcachofas naturales, una información que te contamos a continuación.
¿Cómo limpiar alcachofas frescas?
El primer paso para acertar con las alcachofas, está en elegir aquellas que estén en buen estado. Nosotros siempre seleccionamos aquellas alcachofas que estén apretaditas y duritas. No te recomendamos que te decantes por aquellas que están más blandas o abiertas.
A continuación te enseñamos cómo se limpia y se pela una alcachofa rápidamente. Mucho más fácil de lo que te puedas imaginar y en pocos minutos. Aquí tienes todos los pasos:
- Empezamos pelando el tallo de las alcachofas. Le quitaremos la parte más superficial con ayuda de un cuchillo mondador o tipo puntilla, con cuidado de que el tallo no se nos rompa.
- A continuación, con el mismo cuchillo retiraremos (cortando) las tres primeras capas/hojas exteriores de la alcachofa. Lo haremos como si estuviéramos pelando una patata, con cuidado de que la alcachofa no se nos rompa. Veremos que ahora tendremos una alcachofa de color más amarillento y no tan verde intenso.
- Repasaremos también la base de la alcachofa con un cuchillo y retiraremos todos los restos más verdes que puedan quedar, ya que esta parte también es muy dura.
- El siguiente paso será cortar la parte más superior de la alcachofa (nos quedaremos con el centro y tallo). Desecharemos la parte de arriba de la alcachofa (unos dos dedos) y la cortaremos por ahí, con el objetivo de utilizar la parte más blandita y jugosa.
- Partiremos nuestra alcachofa por la mitad y, si vemos que el centro tiene pelitos (que no son comestibles), los quitaremos haciendo un hueco con un utensilio tipo sacabolas o con un cuchillo normal.
- Por último, echaremos las alcachofas ya limpias al bol de agua helada y limón (que hemos preparado anteriormente) y las mantendremos allí hasta que las vayamos a cocinar.
¡Listo! Ya tenemos nuestras alcachofas bien limpias para hacer la receta que más nos guste con este producto tan saludable. ¡Qué hambre!
Y tú, ¿tienes algún otro truco para limpiar o blanquear alcachofas?
¡Bon appétit!