Las palmeritas caseras son unos de los dulces más socorridos de nuestra repostería; son fáciles de preparar, deliciosas como postre y funcionan como aperitivo ideal en cualquier reunión de amigos o como dulce para tu desayuno.
Como decíamos, esta receta destaca por su sencilla elaboración, y es que los postres y cualquier otra receta hecha a partir de masa de hojaldre son muy agradecidos, pues su aspecto final es muy vistoso y además su cocinado no es excesivamente aparatoso para tu cocina, es decir, mancharás poquísimo. Algo que te evitará estar trabajando en la limpieza de tu cocina tras la elaboración de la receta.
Además, si hay niños en casa, esta receta es una de las opciones que te proponemos que cocines junto a ellos. Ya sabemos que a los niños les encanta hacer cosas con nosotros y suelen ser muy curiosos con los temas de cocina. De esta manera, los más pequeños de la casa se divertirán a tu lado, mientras tu les introduces en el apasionante mundo de la cocina de una manera lúdica y amena.
Te recomendamos que continúes leyendo esta receta, es muy fácil y además el resultado es espectacular. Si quieres conseguir unas palmeritas de hojaldre bañadas en chocolate de 10, sigue todos los trucos que te contamos a continuación.
Trucos para preparar palmeritas caseras
Ingredientes
- 1 lámina de masa de hojaldre que sea cuadrada.
- Azúcar
- 200 gr de chocolate para repostería (recomendable comprar el chocolate especial para coberturas).
- 200 ml de nata para montar.
- Mantequilla
Elaboración de palmeras de hojaldre
Puede que la elaboración de las palmeras de chocolate os resulte bastante sencilla, pero la realidad es que es muy simple. Tan solo hay que estar atentos a cada uno de los pasos que os contaremos a continuación para conseguir unas palmeritas de chocolate deliciosas. Seguro que triunfarán entre todos tus comensales. ¡Te aseguramos que no quedará ninguna!
En primer lugar, debemos estirar un poco la lámina de hojaldre con ayuda de un rodillo. Tenemos que tener en cuenta que podemos comprar el hojaldre fresco o congelado. Si nuestra opción es esta última, tendremos que sacar la lámina de hojaldre unos 20 minutos antes de comenzar a elaborar nuestra receta para que el hojaldre pueda descongelarse con la temperatura ambiente.
Antes de comenzar, nos aseguraremos que la masa esté completamente descongelada y que tenga una consistencia flexible que nos permita trabajar con ella.
Tras extender la masa de hojaldre, echaremos 4 cucharadas soperas de azúcar sobre ella y la repartiremos de manera uniforme por toda la superficie del hojaldre, asegurándonos que se quede adherida a él. A continuación, doblaremos la masa*, cogiéndola de sus extremos y llevándolos a la mitad. Ahora, nuestra masa tendrá una forma rectangular.
*Para explicar el procedimiento de una mera más gráfica, vamos a imaginar que tenemos un libro (esta será nuestra masa de hojaldre), doblaremos la página izquierda a la mitad llevando su extremo hacia el interior del libro y haremos lo mismo con el extremo derecho.
Volveremos a cubrir el hojaldre con azúcar, en esta ocasión utilizaremos 3 cucharadas soperas de azúcar para cubrirlo y repetimos el procedimiento: nos aseguraremos que el azúcar se adhiere el hojaldre y volveremos a doblar sus extremos hacia el punto medio de la masa (si os resulta difícil podéis leer de nuevo el ejemplo del libro).
Por último, como nuestra masa de hojaldre ya será un rectángulo alargado, doblaremos un extremo del hojaldre sobre el otro (como si estuviéramos cerrando el libro), de forma que obtengamos un hojaldre con aspecto de una flauta alargada y volveremos a recubrirlo con azúcar (esta vez utilizaremos dos cucharadas soperas). Tras este paso, volveremos a utilizar el rodillo para estirar la masa y también para que las distintas capas de hojaldre que hemos superpuesto se afiancen.
Por último, con ayuda de un cuchillo, cortaremos la flauta de hojaldre en trocitos de menos de 1 cm de grosor y los iremos colocando tumbados por la parte con mayor superficie (no de lado) sobre la bandeja del horno, que previamente habremos cubierto con papel de horno.
Debemos saber que el hojaldre es una masa que aumenta de tamaño cuando la calentamos en el horno, por ello, a la hora de colocar nuestras palmeritas sobre la bandeja, deberemos dejar suficiente espacio entre ellas para propiciar su crecimiento y evitar que se amontonen unas con otras y puedan dar lugar a otras formas.
Antes de meter las palmeritas en el horno, lo precalentaremos a 200º. Cuando hayamos cortado todo el hojaldre y tengamos todas nuestras palmeritas sobre la bandeja, las meteremos al horno a 200º unos 15-20 minutos.
Consejo: no descuidéis el horno, ya que las palmeritas pueden comenzar a dorarse muy rápidamente.
Cuando comencéis a notar que las palmeras han crecido suficiente y tienen un color dorado, las sacamos del horno y las colocaremos en una rejilla hasta que se enfríen.
Para la cobertura de chocolate
Mientras nuestras palmeritas caseras se enfrían, iremos preparando su cobertura de chocolate. Para ello, calentaremos la nata líquida para montar en una cazuela a fuego medio durante unos 3 minutos. Antes de que empiece a hervir la retiraremos en otro recipiente e iremos incorporando los trocitos del chocolate para coberturas.
Es muy importante que para preparar la cobertura utilicemos la misma proporción de nata que de chocolate. De otra manera, no quedaría bien ya que podríamos obtener una cobertura demasiado espesa o sin el contenido necesario de chocolate. Por ejemplo, si utilizamos 100 gr de chocolate para fundir, tendremos que hacerlo en 100ml de nata.
Con ayuda de unas varillas, moveremos la nata y el chocolate para que éste se vaya deshaciendo e integrando con la nata. Tardaremos unos minutos en este proceso, pero finalmente ambos alimentos formarán una crema de chocolate deliciosa. Si queremos que nuestras palmeritas brillen, un truco es añadir a este chocolate una pizca de mantequilla. Esto hará que la cobertura de nuestras palmeras de hojaldre tenga un aspecto brillante. ¡Cómo si se tratara de unas palmeritas de pastelería profesionales!
Por último, procederemos a cubrir, total o parcialmente, nuestras palmeritas con la cobertura de chocolate que hemos preparado y las volveremos a colocar sobre la rejilla, dejándolas escurrir. Así eliminaremos el exceso de chocolate.
Como veis, nosotros hemos hecho nuestras palmeritas bañadas a la mitad, ya que nos gusta tomarlas tanto solas como con chocolate. ¡Así en casa hay palmeras para todos los gustos!
Ya hemos terminado nuestra receta, ahora tan solo queda esperar a que se enfríen. Para acelerar el proceso, puedes meterlas en el frigorífico. De esta manera, la cobertura estará fresquita cuando las tomemos.
Esperamos que a ti también te queden unas palmeritas deliciosas. Seguro que después de ver esta receta, las haréis de manera cotidiana en vuestra casa.
Y vosotros, ¿cuándo os animáis a hacer esta receta de lasju palmeritas de hojaldre?
Que ricas por dios